La importancia de inculcar una educación científica
La ciencia ayuda a los niños a desarrollar y comprender los conceptos científicos y a desarrollar habilidades de investigación. La planificación de los siete conceptos de ciencias desde la infancia (también conocidos como habilidades de proceso de ciencias u objetivos de aprendizaje de ciencias) es parte de la enseñanza de las ciencias en niños.
Hay siete conceptos básicos de proceso de ciencias, o habilidades de proceso, que los niños aprenden durante los primeros años de escolarización. Algunos de estos conceptos son conceptos de nivel superior que pueden (o no) dominar antes del jardín de infancia.
Conocer qué habilidades de proceso entiende cada uno de sus estudiantes le ayudará a planificar actividades para apoyar sus habilidades actuales, así como a desafiarlos a usar la siguiente habilidad.
Consideramos que hay 7 conceptos clave para el desarrollo intelectual y científico de un niño:
Los conceptos de ciencia y matemáticas están interrelacionados. En el campo de las Matemáticas, las habilidades de clasificar, comparar y medir se denominan Conceptos Matemáticos. En el campo de la ciencia, estas habilidades se refieren a las habilidades de proceso. Los conceptos y habilidades de ciencias básicas de preescolar son la base de las Habilidades de Procesos Intermedios requeridas en los años de enseñanza elemental y más allá, por eso es importante la introducción de los fundamentos científicos básicos desde muy temprana edad.
El estudio de la ciencia ayuda a los niños a ampliar y comprender los conceptos científicos y a desarrollar nuevas habilidades de investigación. Estos son los 7 conceptos fundamentales para enseñársela a los niños. Observe cómo cada habilidad prepara el camino para la siguiente.
La observación es el primer paso para reunir y organizar la información. Los niños usan sus sentidos para observar. Cuando se les da una colección de objetos (por ejemplo, manzanas) los niños usan sus sentidos para observar atributos como el color, el tamaño, lo agridulce, la textura y lo suave/crujiente.
Una vez que los niños han tenido tiempo de explorar los objetos, empiezan a comparar. Empiezan a notar similitudes así como diferencias, tales como colores, pesos y tamaños de manzanas iguales o diferentes.
La clasificación es un nivel más alto de comparación. Después de observar y comparar, pueden tomar la información aprendida y comenzar a clasificar y agrupar. Empiezan a separar los objetos según sus observaciones. Pueden separar las manzanas por las que tienen y las que no tienen tallos, por tamaño, por color, etc.
Los niños pueden medir de muchas maneras a medida que pasan más tiempo con los objetos. Con nuestro ejemplo de la manzana, los niños pueden determinar cuál manzana es más grande o más pequeña usando una cinta métrica o una regla en vez de determinar esto basándose en la comparación de cada manzana con las demás. Pueden comenzar a medir el peso usando una balanza en vez de hacer una estimación basada en sostener cada manzana.
La comunicación es una habilidad común que todos debemos desarrollar hasta donde podamos. En lo referente a la ciencia, esto se refiere a las maneras en que los niños comparten sus observaciones y hallazgos. Esto puede conseguirse de muchas maneras: exponiendo sus observaciones, llevando un diario o haciendo dibujos de sus hallazgos.
Aquí es donde los niños usan la información que tienen o conocen de una experiencia y realizan nuevas hipótesis sobre nuevas experiencias según los datos de las experiencias anteriores. De esta forma se inculca la lógica como forma de pensamiento por encima de la simple intuición.
Una predicción ocurre cuando se declara lo que alguien espera que suceda. Para los niños pequeños, esto puede ser al principio una suposición basada en dos opciones (¿la manzana se hundirá o flotará?). Conforme los niños realicen nuevos experimentos, desarrollarán una mejor capacidad de predicción basada en experiencias previas y por lo tanto, en algo mejor que meras suposiciones al azar.