¡Crea tus propios fósiles en casa y conviértete en un auténtico paleontólogo!
Incentivar el interés por la paleontología con una manualidad muy sencilla, divertida y creativa.
Si quieres que tu fósil quede aún más espectacular, usa un lápiz con la punta afilada para crear pequeñas marcas tanto en el suelo como en los huesos. Presionando con cuidado puedes crear arañazos, marcas y agujeros donde veas que es necesario.
¿Te sientes lo suficientemente creativo? Mira más abajo en nuestro proyecto alternativo para encontrar una magnífica actividad relacionada.
¿Qué son los fósiles?
Los fósiles son los restos preservados, o rastros, de animales o plantas que alguna vez vivieron. Hay dos tipos principales de fósiles, los fósiles corporales y los fósiles de trazas. Los fósiles corporales son los restos de plantas o animales que alguna vez estuvieron vivos. Los ejemplos más comunes son los huesos de dinosaurio. Los fósiles de rastros son signos de organismos que alguna vez vivieron, como una huella.
Hay otra forma de crear tus fósiles de forma mucho más realista. Busca en internet una imagen real que no sea demasiado compleja sobre algún fósil. Te proponemos que uses una huella de dinosaurio o un cráneo de algún animal extinto.
Coge un trozo de arcilla que seque al aire e intenta reproducir la imagen con todo lujo de detalle. Cuando estés contento con tu obra puedes intentar darle una capa de realismo. Con la punta de un lápiz afilado, crea pequeños agujeritos, o arañazos por toda tu obra y marca el contorno del fósil. Ahora toca dejarlo secar.
¡Una vez seco podemos pintarlo! Coge tu pintura acrílica (témperas) y elige colores apagados como marrones, negro y verdes sin mucho color para que tu fósil parezca antiguo. Puedes pintar la base del fósil de marrón con algunos toque de verde en los bordes. Luego mezcla un poco de negro con marrón y pinta el fósil.