Prepárate para provocar un pequeño "incendio" y apagarlo con nuestro extintor invisible. ¡Conviértete en un verdadero mago-bombero!
Este sencillo experimento nos permitirá tratar las reacciones (dando más importancia a la oxidación), el origen de la combustión y el triángulo del fuego. Apagaremos una llama de una forma muy original mientras aprendemos como funciona el fuego.
El fuego es peligroso aunque venga de una vela pequeña. Realiza el experimento en un lugar despejado y sin materiales que puedan arder. Pide la ayuda de un adulto para encender la vela.
Si la llama no se apaga en el primer intento, vierte otra cucharada de bicarbonato de sodio en el vinagre y repite los pasos 5 y 6.
Cuando reacciona el bicarbonato de sodio con el vinagre, se produce un gas llamado Dióxido de Carbono (CO2). El CO2 es más denso que el aire normal, lo que significa que se hundirá. Debido a que el CO2 se hunde, permanece en el fondo del vaso en lugar de flotar como lo haría una mezcla normal de aire. ¡Eso significa que tienes un vaso lleno de CO2!
La vela se quema gracias a una reacción de combustión que requiere oxígeno (O2), algo que encontramos en abundancia en el aire que nos rodea. Cuando viertes tu taza de CO2 en el vaso que contiene la vela, el CO2 se hunde hasta el fondo de la taza y rodea la vela. Esto desplaza (o empuja hacia arriba) todo el aire junto con todo el O2 que el fuego necesita para arder. ¡Y Voilà! ¡Tu vela se apaga por una fuerza invisible!
El fuego se produce cuando el combustible es sometido a una temperatura suficientemente alta en presencia de oxígeno. La llama es el fenómeno visual derivado de la energía que está siendo liberada en forma de luz y proviene del combustible convertido en gas caliente. El fuego también puede ocurrir en circunstancias de temperatura relativamente baja como a veces ocurre con las ascuas de una hoguera.
El triángulo del fuego es un concepto que nos permite comprender los elementos del fuego de forma fácil. Cada lado del triángulo depende de los demás y representa un elemento necesario para el fuego: combustible, calor y oxígeno.
Cualquier sustancia que pueda arder se considera combustible. En un fuego, el combustible tiende a desaparecer siendo consumido por el fuego al convertirlo en gas y cenizas. Si se aplica un elemento como el agua, la espuma de ciertos extintores o una zona despejada como un cortafuegos, el fuego será incapaz de entrar en contacto con el combustible y acabará por extinguirse.
Para que se prenda una llama se necesita una fuente de calor. Una vez que el fuego arde, se convierte en sí mismo en una fuente de calor que permite mantener al propio fuego y extenderlo. En un incendio el calor es el responsable de calentar y secar cualquier combustible próximo a él así como el aire de su alrededor. Este es el motivo de que el fuego se propague con tanta facilidad.
El oxígeno es el elemento que hace posible los procesos químicos que ocurren durante una combustión. Al arder, el combustible reacciona con el oxígeno del aire y genera los residuos habituales (ceniza, humo, gases, etc.). A este proceso se le conoce como oxidación.
Para que un fuego siga existiendo se necesitan los 3 componentes del triángulo. En el caso de nuestro experimento, cuando echamos el dióxido de carbono sobre la llama hacemos que todo el oxígeno se desplace. Por eso, en cuanto la llama de la vela deja de estar en contacto con el oxígeno se apaga.
Fuente: ⚓ Science Fun For Everyone