Ponte en la piel de un animal del Ártico
Conoceremos los mecanismos de supervivencia que permiten a algunos animales vivir en climas extremadamente fríos. Estudiaremos las propiedades de la grasa como aislante térmico.
En este experimento intentaremos simular el efecto de la grasa de ciertos animales como el oso polar, las ballenas o las focas en nuestra mano. Para ello haz lo siguiente:
La manteca es una grasa de origen animal que aparte de ser usada para almacenar energía, actúa como un magnífico aislante térmico. Un aislante impide que la energía fluya de la manera en que normalmente lo hace, es decir, intercambiarse desde medios que están calientes hasta otros con una temperatura inferior.
Debido a esto, el calor corporal que los osos polares generan está intentando escapar desde el interior del cuerpo hacia las gélidas temperaturas exteriores. Sin embargo, gracias a la grasa que guardan debajo de la piel, los osos evitan en gran medida los efectos del frío.
Al hablar de cómo algunos animales viven en un ambiente muy frío y es normal que nos preguntemos cómo es que esos animales podían mantenerse calientes. La primera respuesta es que al igual que nosotros nos ponemos ropa, los animales tienen piel para mantenerse calientes en un clima frío.
Nos ponemos más ropa, calentamos nuestro entorno poniendo la calefacción y nos quedamos más tiempo en casa. Los animales no tienen esas opciones, pero sí una forma de guardarse del frío desarrollando una gruesa capa de grasa bajo la piel que actúa como aislante para mantenerlos calientes.
Los osos polares están extremadamente bien aislados y tienen una capa de grasa que puede ser de hasta 10 cm de espesor cubierta con otros 15 cm de piel. También tienen piel negra bajo su pelaje que ayuda a atrapar el calor. Aunque parecen blancos, su pelo es realmente transparente, lo que ayuda a dejar pasar los débiles rayos del sol hasta su oscura piel.
Fuente: ⚓ Science Fun For Everyone