Prepara mantequilla casera y artesanal
En esta ocasión podremos observar cómo un proceso mecánico (en este caso el batido de un líquido) puede llevar a la transformación de una sustancia. También aprenderemos un poco más sobre un proceso químico llamado emulsión muy común en cocina.
Este experimento requiere de un poco de esfuerzo y además tendrás que pringarte las manos, pero si sigues las instrucciones, conseguirás un resultado asombroso y también delicioso.
La grasa y el agua no pueden mezclarse entre sí. Sin embargo, bajo determinadas circunstancias, podemos conseguir crear una mezcla homogénea aunque sus componentes no estén verdaderamente disueltos.
La grasa de la leche está presente en el líquido en forma de pequeños montoncitos microscópicos que están envueltos por unas sustancias que la mantienen estable. Cuando batimos la leche (o en este caso su nata), rompemos esas pequeñas “gotitas” de grasa que al ser liberadas empiezan a agruparse. Conforme avanza el proceso, las gotitas de grasas libres se unen entre sí y acaban atrapando parte del agua y el resto de sustancias presentes en la leche hasta formar la mantequilla que conocemos.
Como decíamos antes, la grasa y el agua no pueden mezclarse (prueba a mezclar agua y aceite), pero existe un proceso llamado emulsión que permite que dos líquidos que no pueden ser mezclados entre sí, se unan de una forma más o menos homogénea dispersos el uno en el otro.
Fuente: ⚓ Science Fun For Everyone