Es habitual pensar en las plantas como en seres inmóviles y aburridos. En esta ocasión, podremos comprobar cómo “respiran” de una forma muy visual y veremos que al igual que ocurre con nuestro aliento en el frío invierno, las plantas también echan vaho al hacerlo.
Usando sólo unas pocas bolsas de plástico y las plantas de tu propio jardín, del alféizar de tu ventana o las que tienes en la puerta, puedes explorar el proceso llamado transpiración. Las plantas toman agua a través de las raíces y la liberan a través de agujeros microscópicos llamados
Como habrás podido comprobar las ramas han perdido agua. Cuando hace un día caluroso, es probable que tu también sudes. Las plantas también "sudan". De manera parecida a como perdemos agua a través de la piel, las plantas pierden agua a través de sus hojas.
Aunque no puedas verlas, las plantas tienen pequeños poros, o agujeros, en sus hojas. Echa un vistazo a la parte inferior de una hoja en un microscopio, y podrás ver estos agujeros, que se conocen como estomas. Ahí es donde las plantas pierden agua a través de la transpiración.
La transpiración es el proceso por el cual la planta extrae el agua del suelo a través de las raíces y la conduce por el tallo, las ramas hasta llegar a las hojas. Allí se libera a través de agujeros microscópicos en las hojas llamados estomas.
El agua es empujada hacia arriba, contra la fuerza de gravedad debido a la interacción de dos fuerzas que actúan sobre ella: la cohesión y la adhesión. La cohesión es la fuerza que hace que las moléculas de agua se peguen entre sí y la adhesión es la fuerza que hace que el agua se pegue a otros materiales.
La cohesión mantiene el agua unida en el xilema de una planta, de manera que cuando una molécula de agua se evapora de los estomas, tira de la molécula de agua que está detrás de ella, y así sucesivamente, hasta las raíces. Además, el agua se adhiere o se pega a las paredes del xilema que ejerce una acción capilar (como cuando pones un pañuelo de papel sobre un charco de agua) por la que el agua se eleva por los estrechos tubos que lo componen como si se tratasen de diminutas pajitas de refresco.
Aunque es un proceso invisible, la pérdida de agua de las plantas a través de la transpiración es una parte importante del ciclo del agua porque añade gran cantidad de agua a nuestra atmósfera. En sólo un año, cada hoja de la tierra puede enviar mucho más que su propio peso en agua. De hecho, un gran roble puede contribuir con más de 150.000 litros de agua al año al aire.
Regamos las plantas de casa para que se mantengan sanas y bonitas, así que si las plantas necesitan agua, ¿por qué la pierden? La transpiración ocurre en parte porque las plantas necesitan respirar. Las plantas necesitan tomar dióxido de carbono, y para hacerlo, necesitan abrir sus estomas. Cuando esto sucede, el agua sale.
Es probable que tú también hayas experimentado esto cuando respiras: en un día frío, cada vez que echas el aire, puedes ver pequeñas nubes salir de tu nariz o boca. Esa el agua de tu propia respiración que se condensa al salir de tus pulmones.
De la misma manera que sudar nos ayuda a regular la temperatura de nuestro cuerpo, la transpiración también ayuda a las plantas enfriándolas. La transpiración también juega un gran papel en ayudar a que el agua se mueva alrededor de la planta cambiando la presión del agua en sus células. Esto ayuda a que los minerales y nutrientes se muevan hacia arriba de la planta desde las raíces.
La tasa de transpiración de un planta es la relación entre la cantidad de agua que entra con respecto a la que sale y está directamente relacionada con el número y el tamaño de los estomas, y con la capacidad de evaporación del aire que rodea a la hoja. Las condiciones atmosféricas que influyen en la demanda de evaporación y en la tasa de transpiración son la intensidad de la luz, la temperatura, la humedad y la velocidad del viento.
Un árbol completamente desarrollado puede perder varios cientos de litros de agua por transpiración en un día caluroso y seco. La tasa de transpiración también depende del tipo de planta. Las plantas suculentas (como los cactus) tienen tasas de transpiración mucho más lentas debido a una capa gruesa y cerosa en las hojas. Esa gruesa capa cerosa es la razón por la que las plantas suculentas están bien adaptadas para vivir en regiones áridas como los desiertos con un mínimo de agua.
¿Sabías que el agua obtenida en este experimento es muy limpia y pura? Si alguna vez te encontrases en apuros y sin agua, con este experimento podrías conseguir agua fresca siempre que tuvieses los materiales apropiados.