Qué es, sus tipos, características y cómo viaja
La luz es una parte fundamental de nuestra vida diaria. Nos permite ver el mundo que nos rodea y es esencial para muchos procesos naturales. En este artículo, exploraremos qué es la luz, sus características, los diferentes tipos de luz que existen, para qué sirve, cómo se propaga y los fenómenos de reflexión y refracción.
La luz es un tipo de energía que podemos ver con nuestros ojos y que nos permite ver el mundo que nos rodea. Viaja en línea recta desde las fuentes de luz como el sol, las lámparas y las velas. La luz es increíblemente rápida, moviéndose a una velocidad que es difícil de imaginar.
Para entender mejor qué es la luz, necesitamos conocer dos conceptos importantes: radiación electromagnética y fotones.
La luz tiene varias características importantes que nos ayudan a entender cómo funciona:
Existen diferentes tipos de luz, algunos de los cuales no podemos ver con nuestros ojos:
La luz tiene muchas funciones importantes:
La luz se propaga en línea recta a través del espacio desde su punto de origen. Puede viajar a través del vacío (donde no hay aire) y también a través de medios como el aire, el agua y el vidrio. La luz se mueve más rápido en el vacío que en cualquier otro medio.
A continuación veremos que, para propagarse, también se refleja y se refracta.
La reflexión de la luz ocurre cuando la luz choca contra una superficie y rebota. Un ejemplo sencillo es cuando miras en un espejo y ves tu reflejo. La luz de tu rostro llega al espejo y se refleja, permitiéndote ver tu imagen.
Puedes imaginarlo como si cada fotón fuese un pequeña pelota que rebota mucho. Esta pelota rebota poco en tierra blanda pero mucho en un suelo duro. Algo parecido le pasa a la luz.
Algunas cosas como los espejos y las superficies blancas o claras hacen que la luz se refleje bien. Sin embargo, las cosas negras u oscuras absorben buena parte de la luz y son menos visibles.
Algunos elementos como el agua o el cristal, son incapaces de absorber mucha luz y por eso la luz puede atravesarlos. Aunque pueda, atravesarlos, eso no significa que su paso no afecte a la luz. Cuando esto ocurre sucede lo que llamamos refracción.
La refracción de la luz sucede cuando la luz pasa de un medio a otro y cambia de dirección y velocidad. Por ejemplo, cuando pones un lápiz en un vaso de agua, parece que el lápiz está doblado. Esto ocurre porque la luz se refracta al pasar del aire al agua.
Uno de los ejemplos más bonitos de refracción lo tenemos en el arcoíris. Newton fue el primer científico en descubrir lo que le pasaba a la luz. El arcoíris se produce cuando la luz de sol atraviesa los huecos entre las nubes y pasa por una fina lluvia.
La luz cambia en su viaje cuando atraviesa el agua de las gotas de lluvia. La luz del sol está compuesta de todos los colores que podemos ver y de muchos que no. Al atravesar el agua, la refracción no afecta a todos los colores por igual y es cuando la luz se dispersa y deja ver esa gama de colores.
Este fenómeno es también el culpable de la dispersión de la luz al pasar por un prisma o de los espejismos de los desiertos en los que la luz pasa por distintas capas de aire más o menos densas según su temperatura.